Los problemas de conducta en el aula son cada vez más frecuentes, afectan directamente el logro de objetivos escolares y el desarrollo de los alumnos, razón por la cual abordaremos este tema dando a su vez algunas pautas pedagógicas.
Al hablar de problemas de conducta en el aula, nos referimos al comportamiento, que no resulta aceptable dentro de los parámetros conductuales idóneos y salen del código establecido en el ámbito escolar.
Es necesario que el Profesorado conozca las conductas esperadas del estudiante según la etapa evolutiva en la que se encuentra, para poder determinar si las actitudes que presentan son propias de su edad o salen de lo esperado.
Una conducta problemática debe distinguirse de un síntoma asociado con un trastorno de conducta. El diagnóstico debe de ser oportuno, considerando los diversos factores que intervienen.
Existen técnicas de modificación de conducta dirigidas a instaurar o potenciar comportamientos, por ejemplo, la economía de fichas, que describiré mas adelante.
También hay técnicas de modificación de conductas dirigidas a disminuir o eliminar comportamientos desadaptativos, tales como el refuerzo positivo, extinción, tiempo fuera, coste de respuesta o sobre corrección, entre otras.
Existen variadas estrategias dirigidas a potenciar la motivación del estudiante, promover el autoconocimiento y la cohesión del grupo clase, cada una debe seleccionarse dependiendo de las necesidades y las condiciones dadas.
Veamos algunas de ellas.
Técnica «el protagonista de la semana»
Se sugiere aplicar en educación primaria.
El objetivo es fomentar el conocimiento entre los alumnos del grupo-clase.
Mejorar la imagen propia, la autoestima y promover la empatía.
Aplicación: El profesor elige a un alumno para que sea el protagonista durante la semana y le entrega un distintivo., un emblema significativo. Es recomendable fomentar la participación de la familia del protagonista, ya que aporta información valiosa.
Durante la semana se recabarán notas sobre aspectos que definan al estudiante elegido, actividades que le agraden hacer, comidas favoritas, anécdotas, lugares especiales, información enfocada a características positivas del protagonista.
Al final de la semana el protagonista hablará de él mismo, siguiendo como guía la retroalimentación que recibió de sus padres y compañeros de clase.
También se pueden ver aspectos prosociales, como incluir los estados de ánimo para que los demás puedan entender en que situaciones se muestra alegre, triste, melancólico, etc.
Técnica «el mejor»
Se sugiera aplicar en nivel primaria y secundaria
Objetivo: Favorece la autoimagen y mejora la imagen positiva en los demás.
Hacer una lista con variadas cualidades de los alumnos.
Ejemplo: El mejor que lee, canta, corre, dibuja, grita, divierte, salta, ordena, escribe, canta, etc. Es necesario que en esta lista se incluyan tantas cualidades como alumnos, de manera que todos puedan ser el mejor en algo.
Posteriormente se procederá a poner etiquetas con los nombres de los alumnos para que ellos mismos vayan ubicando a sus compañeros en la lista de cualidades, finalmente se hará un consenso grupal.
Pueden ir turnándose para explicar anécdotas que justifiquen sus elecciones.
Los alumnos con dificultades en su comportamiento suelen darse cuenta del valor que tienen ante el grupo, siendo un aspecto muy favorecedor para el avance individual y grupal.
Técnicas para potenciar la motivación en comportamiento
Técnica «economía de fichas en el aula»
Aplicación a nivel primaria.
Objetivos: Fomentar conductas deseables mediante el control de las conductas disruptivas.
Reconocer y motivar al alumno en el logro de aprendizajes específicos.
Esta técnica consiste en seleccionar las conductas que se quieren instaurar o modificar en el alumno junto a sus metas. Mediante la asignación de reconocimientos y reforzadores simbólicos inmediatos como sellos, caritas felices, calcomanías, etc., se conseguirá un privilegio u objetivo a mediano plazo.
Esta técnica se utiliza para potenciar la motivación, poniendo especial atención al premiar el esfuerzo de una manera inmediata a través de refuerzos simbólicos, buscando incluir también objetivos a mediano y largo plazo.
Deberá de tener cuidado para que las recompensas sean equitativas al resto del grupo y sigan siendo motivadoras, considerando la asignación de comisiones que regularmente el alumno no tiene en clase, por ejemplo, ser el encargado de entregar el material, ir al frente de la fila, anotar las tareas en el pizarrón, etc.
Es necesario establecer el objetivo claramente y los logros, por ejemplo, si el objetivo es mantenerse en su lugar de trabajo sin levantarse de su asiento. Antes del recreo, se asignarán 5 refuerzos positivos y después del receso otros 5. Al final del día si logra todas serían 10, lo que a la semana serían 50.
Las recompensas deberán ser motivadoras para el alumno y debe de cuidarse el nivel de exigencia, buscando que sea gradual, hasta lograr mejores resultados.
Al inicio se especifica al grupo las conductas a considerar y cuáles serán las pautas a seguir, las maneras de conseguir las fichas, dejando claro que no habrá puntuaciones negativas, se mostrará el registro de logros en tablas de manera visible cuidando dar lo prometido.
Pueden combinarse el reforzador material (fichas o puntos) con el reforzador social (felicitación).
Esta técnica implica planeación e inversión de tiempo por parte del profesor, los resultados de las técnicas de motivación en el aula suelen ser eficaces a largo plazo ya que puede ir aumentando la dificultad. Las metas deben ser alcanzables e ir avanzando en un grado de dificultad razonable. Debe introducirse una o dos conductas y darle seguimiento.
Hay variadas técnicas, aquí solo algunas, esperando te sean de utilidad para implementar en tu salón de cases. Déjame saber cómo te fue en la aplicación.